¿Quien eres?

Cada vez que alguien me pide que me presente, que me defina... me quedo en blanco, las palabras desaparecen. No entiendo la pregunta. ¿Quien soy? Simplemente soy, estoy en un tránsito permanente en el fascinante camino que es la vida.
Podría hablar de ese camino que he elegido, de sus sucesos, enseñanzas, sorpresas, momentos complicados, momentos hermosos. Sigo ahí, en el camino, agradeciendo cada momento, cada encuentro. A veces maestra, siempre estudiante.

Abriendo el corazón día a día, sanando, sintiendo el cuerpo, tomando consciencia del propio camino, compartiéndolo. Cada vez más consciente de los enlaces luminosos que nos conectan a todos, de la gracia divina que nos envuelve, que percibo en un gesto, en una mirada, una sonrisa, una risa; en la luz que a veces veo tan claramente brillar en cada uno de nosotros; en la belleza de un árbol, de una flor, de una montaña, de un lago, de un atardecer rojizo en la carretera; en ese viento que trae mensajes que nos conectan con todos los seres con los que compartimos este hermoso planeta.

En este proceso de autodescubrimiento, sanación y toma de consciencia conectarme con mis propios Registros Akáshicos fue un momento crucial para mi. Apoyando a otras personas abriendo sus Registros Akáshicos empecé a percibir con más facilidad y claridad la luz y el amor que hay en cada uno de nosotros y en mi misma. Las sesiones y encuentros donde puedo compartir todas estas enseñanzas de los Registros Akáshicos que a mi me transmitió Linda Howe y que he ido experimentando estos años son un regalazo que agradezco cada día. Y cuando se trata de ir integrando esta realidad ninguna herramienta me ha resonado más que la kinesiología. Aquí estoy, ahora.

El amor es sanación.